4.6.07

Anécdotas de locos

Anécdotas del Niño Marcelo, como lo llamaban en las inferiores

Yo me quiero casar
Cuenta Juan Carlos Montes: "Yo dirigía a Altos Hornos Zapla de Salta, me habían contratado para el Nacional. Como a Marcelo lo había hecho debutar en Newells, lo fui a buscar a Rosario, con gente del club. Nos juntamos y el dirigente le preguntó por las condiciones del pase, porque él había dejado Instituto. Mire, señor, lo único que quiero es que me den esto en la mano, el sueldo no me interesa. Necesito esa plata porque me quiero casar... Al final, el pase no se hizo".

No muestres estos videos
El Loco jugaba muy fuerte pero no era de pegar. Sin embargo, dos veces se le fue la piernita en jugadas casi idénticas. En Newells, con la Reserva, el arquero Civarelli le pasó la pelota, él salió jugando por la derecha, perdió la pelota y bajó con todo al delantero. Lo mismo pasó en la Primera C, con Argentino, jugando contra Excursionistas. Otro patadón, otra vez roja directa. Estos videos no se los muestres a los muchachos de la Selección, Marcelo...

Un llamado a la madrugada
Esto fue hace poco tiempo. Cerca de la una de la madrugada, suena el teléfono de Griffa. Es el Loco, quien le pone pausa al video de un partido entre el Atlético Madrid (donde juega Burgos) y el Badajoz, por la Segunda de España. Y le dice a su amigo, confidente y ex técnico: "¿Ese delantero Bracamonte es de ustedes? La verdad es que me parece un buen nueve. Me gusta, qué raro que no haya tenido su chance en Boca". Sí, conoce a todos.

Nada de cuarteto
En 1977, en Instituto, el preparador físico tenía un gimnasio al que llevaba al plantel a entrenarse. Generalmente ponía cuarteto de fondo y pedía que hicieran movimientos al compás de la música. Y Bielsa se negaba a hacer esa actividad, se ponía como mula empacada, de brazos cruzados. Se paraba en un rincón y se enojaba. Para él no era lo que tenía que hacer un futbolista; no le gustaba la música de cuarteto.

Un abandono en la ruta
Como DT de Inferiores de Newells, recorrió de La Quiaca a Ushuaia en un Fiat 147 modelo 85, buscando pibes. Una vez, Lulo Milisi, compañero de viaje, repuestero de Rosario, quiso bajarse en Jujuy a vender repuestos. Bielsa se enfureció y le puso una condición: que al otro día estuviera entre las 9 y las 12 en la ruta. Si lo veía, lo levantaba. Milisi, ofendido, amenazó con volverse en micro, entonces Bielsa le puso el equipaje en el asfalto y lo abandonó.